lunes, 10 de junio de 2013

Sueños V: El que ya no es

-Tengo que ir a la escuela.
-Voy para ese lado, te llevo.

Algo de su aspecto me hizo sospechar que era una trampa. Era desagradable, tenía pésimos modales, ojeras, mirada desconfiada y resentida, la calvicie le sumaba muchos más años de los que tenía y le evidenciaba la obsesión. Me preguntaba qué le habría visto ella para haber estado con él un tiempo atrás.
Igual acepté y me subí a su auto, gris como él. Como deduje, no tardó en sacar el tema de conversación. Yo traté de concluir lo antes posible:
-Es una gran persona, no me arrepiento de haberla amado y siempre la voy a bancar.

Pero no me iba a dejar evadirlo tan fácil, replicó con bastante recelo.
-Vos no la amaste nunca, me vas a venir a mí con eso... Yo le di toda mi vida, todo mi tiempo... y vos me la robaste, no te importó nada.
-¿Qué sabrás vos del amor? No habrá durado tanto pero fue intenso y di lo mejor que podía. La dejé que eligiera y compartió algo de su tiempo conmigo porque quiso, ¿te pensás que lo hice para joderte a vos?
-Pero la dejaste que se fuera. Sos un cagón, yo nunca la hubiera dejado ir.
-Pero fijate que se fue igual, porque era lo que quería. ¡Vos sos el cagón, que no te animas a lidiar con eso! Eligió otro camino, y yo sigo con el mío.
-Sos un egoísta. No la acompañaste, yo quiero estar ahí. Vos no podés ver más allá de tu propio interés.
-No soy egoísta, vine a este mundo a hacer algo, tengo una responsabilidad y no me puedo desviar de eso. Ella también y si no podemos hacer cada uno lo que tiene que hacer y seguir juntos, entonces tengo que aprender a hacerlo solo. ¿Qué otra cosa podía hacer?

Mientras lo miraba conducir nervioso me asaltaba la duda de si realmente era otra persona que venía desde otro tiempo, o si era otra versión de mí mismo escapada de otra realidad posible en la cual había elegido algo diferente. En cualquier caso, me dio lástima. Sobre todo cuando se calmó y me habló un poco más resignado:
-Lo único que podés hacer es abrirte a otras personas y tratar de seguir como si nada. Yo a veces lo hago, pero en el fondo sé que no va a ser lo mismo.
-Chabón, lo tenés que superar. Miráte, no sos más que los pedazos rotos que dejó. Ni vos sabés quién sos, es hora de que hagas algo de verdad. De por sí me sorprende que alguien se haya podido fijar en vos: no tenés sueños, no tenés metas, no hacés nada por progresar de alguna manera en tu vida. Sólo te flagelás. Estoy en eso de abrirme, pero no para que alguien llene un hueco. Se supone que no vuelva a ser lo mismo, justamente ésa es la gracia...

Llegamos, bajamos del auto y caminamos media cuadra. Tocó el timbre de una casa y le abrió una mujer mayor, adentro estaba completamente oscuro y mientras él entraba se iba perdiendo de vista en la penumbra. Se dio vuelta y me saludó.
-Chau, cuidate, que estés bien.
-Vos también, que estés bien.

Me fui para la escuela con la sensación de que no lo iba a volver a ver.

martes, 4 de junio de 2013

Sueños IV: Todo

Soñé que curaba a unas personas que estaban lastimadas sólo cantándoles. Desperté llorando muy fuerte...